lunes, 26 de agosto de 2013

El despertar de las renovables: una lección de mercado para el sector energético mexicano

Por Rodrigo Gallegos 


  
Ante la discusión nacional que se vislumbra sobre la apertura del sector energético, vale la pena detenerse unos minutos y revisar lo que ha sucedido con las energías renovables en el país los últimos 5 años, gracias a una apertura en la generación eléctrica.
A diferencia del resto del mundo, donde hace cerca de tres décadas se comenzó a apoyar a las energías renovables a través de políticas públicas basadas en propuestas para atender fallas de mercado, en México dichas tecnologías se apoyaron de forma más seria hasta hace unos 5 años, a través de la apertura a la competencia del mercado de la generación eléctrica. 
Aunque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sigue siendo la única empresa que tiene la facultad de generar, trasmitir y vender electricidad en el país de forma general, cambios recientes han acelerado la participación del sector privado en la generación eléctrica debido a que:
  
  • En 1992 la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica permitió la producción de electricidad por particulares en cinco modalidades [1]. Casi una década después (2001) se estableció el contrato de inerconexión para fuentes renovables (que se volvió a revisar en 2010) [2].

  • En 2004 se creó el Convenio de Servicio de Transmisión Eléctrica que otorga a los productores la conexión a la red para transmitir electricidad a precios que establece la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Mientras que en 2006 se establecieron las Temporadas Abiertas, que se utilizan para determinar la capacidad de transmisión que los generadores privados están dispuestos a reservar para que de esta forma CFE pueda justificar la construcción de nuevas líneas para la generación con recursos renovables. Un año después se crea la medición neta (Net Metering), un banco de energía virtual donde se hace el balance entre proveedores privados, CFE y consumidores, que facilitó la operación de mercado.

  • Sin embargo, es hasta 2008 que se publica la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento para la Transición Energética (LAERFTE), con el objeto de regular el aprovechamiento de fuentes de energías renovables para generar electricidad con fines distintos a la prestación del servicio público de energía eléctrica, así como establecer la estrategia nacional y los instrumentos para el financiamiento de la transición energética[3]. Dos años más tarde se establece la tarifa de porteo, que facilita la planeación financiera de los proyectos.
Los resultados de esta apertura han permitido que a la fecha se hayan invertido más de 5,500 millones de dólares en energía eólica de 2008-2012[4] para llegar a una capacidad instalada de cerca de 1,300 MW[5]. En otras palabras, esta apertura ha permitido un crecimiento promedio sostenido de 21% en los últimos 5 años en energías como la eólica[6] y de 13% para energías como la mini hidro[7]. Lo anterior contrasta con lo sucedido en la mayoría de los países que han impulsado dichas energías, principalmente a través de tres instrumentos (ver cuadro 1):



  1. Tarifas de alimentación (Feed-In Tariffs), que son precios mínimos de compraque los gobiernos exigen a sus distribuidores al comprar energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables.
  2. Incentivos fiscales: reducción de impuestos a compradores y productores de renovables o subsidios.
  3. Inversión pública y préstamos para producir energía a partir de renovables.



Cuadro 1. Número de países que implementan distintas políticas para el desarrollo de energías renovables por nivel de ingreso

Ingresos altos
Ingresos medio altos
Ingresos medio bajos
Ingresos bajos
Feed-in tariff
27
20
16
3
RPS (cuotas)
12
5
4
1
Medición neta
10
7
5
0
Obligación de biocombustibles
24
13
7
3
Obligación de calentamiento
9
5
2
0
REC intercambiables
18
2
2
0
Subsidios
32
14
8
5
Créditos
17
7
10
1
Reducciones de impuestos
26
21
18
11
Pagos por producción energética
6
4
3
0
Inversión pública y préstamos
25
16
9
7
Licitaciones públicas
12
13
10
1

Fuente: Elaboración propia con datos de REN 21
                                                                                                                     

A pesar de que en México las condiciones de competencia entre las energías fósiles y las energías renovables no son iguales (las energías fósiles no internalizan todas sus externalidades en sus precios y están fuertemente subsidiadas), los empresarios mexicanos y extranjeros han decidido aprovechar esta apertura y arriesgarse en proyectos de generación eléctrica con fuentes renovables por sus ventajas. Este es uno de los mejores ejemplos para demostrar que, si en lugar de controlar el mercado energético (como tradicionalmente hemos hecho) creamos un mercado en competencia, se pueden lograr beneficios para todos:


    
  1. Mayor diversificación de producción energética costo competitiva, especialmente importante para un país con alta dependencia de gas extranjero.
  2. La oportunidad de crecer una industria nacional, principalmente aprovechando las ventajas de México en manufacturas medias y avanzadas.
  3. Menor riesgo de fluctuaciones del precio de los hidrocarburos.
  4. Mitigación de los efectos del cambio climático.
  
Dichos resultados han hecho que la nueva planeación del sector eléctrico incluya metas concretas de crecimiento de mediano y largo plazo para fuentes renovables, así como cambios en la regulación para facilitar la producción eléctrica a pequeña escala de productores independientes. Esto sin duda es una historia de éxito que los jóvenes mexicanos deben conocer para desmitificar la apertura del sector.
Rodrigo Gallegos es Maestro en Políticas Públicas por la Universidad de Harvard, miembro fundador de IMERE y Director de Tecnología y Cambio Climático del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).



[1] autoabastecimiento, cogeneración, pequeño productor, productor independiente de energía, exportación e importación para uso propio en http://www.sener.gob.mx/webSener/portal/Default.aspx?id=1665
[2] Estrategia Nacional de Energía 2012-2026. Secretaría de Energía
[4] Tabla de permisos de generación de energía eléctrica. (Marzo 2013). Disponible en: http://www.cre.gob.mx/articulo.aspx?id=171
[5] Más 2,460 MW en construcción. ProMéxico (2013) “Energías Renovables”. Disponible en: http://mim.promexico.gob.mx/work/sites/mim/resources/LocalContent/42/2/130531_DS_Energias_Renovables_ESP.pdf
[6] Pasó de 600MW en 2008 a 1290 en 2012.Tabla de permisos de generación de energía eléctrica. (Marzo 2013). Disponible en: http://www.cre.gob.mx/articulo.aspx?id=171
[7] Pasó de 271 a 493MW entre 2008 y 2012. Tabla de permisos de generación de energía eléctrica. (Marzo 2013). Disponible en: http://www.cre.gob.mx/articulo.aspx?id=171

viernes, 16 de agosto de 2013

La Reforma Energética y las Oportunidades de las Energías Renovables para México

 
La Iniciativa Mexicana para las Energías Renovables (IMERE) reconoce la importancia y el potencial en cuanto al sec­tor eléctrico de la iniciativa de Reforma Energética presentada esta semana por el Ejecutivo Federal. Si se concretan las modificaciones a las leyes secundarias para alcanzar el potencial competitivo del país en energías renovables, se propiciaría un incremento de un 2% del PIB (más de 230 mil millones de pesos), la creación de 147,000 empleos y la mitigación de 21 megatoneladas anuales de CO2.
 
1. La Ley General de Cambio Climático, aprobada por todos los partidos políticos en abril de 2012, establece reducir 30% de los gases de efecto invernadero antes del 2020, aumentar a 35% la electricidad proveniente de fuentes limpias y nivelar incentivos que generen un mercado competitivo para las energías renovables en el país.
 
2. El Plan Nacional de Desarrollo, publicado en mayo de 2013, establece que la CFE deberá diversificar la com­posición del parque de generación de electricidad, modernizar la red de transmisión y distribución, promover el aprovechamiento de fuentes de energía renovables y disminuir paulatinamente las tarifas.
 
3. La Estrategia Nacional de Cambio Climático, aprobada por el Gobierno Federal en junio de 2013, identifica como líneas de acción para la mitigación del cambio climático el fortalecimiento de la participación privada y paraestatal en la generación eléctrica a través de fuentes de energía renovable, la restructuración del sistema de tarifas, la eliminación de los subsidios energéticos y el desarrollo de una red inteligente.
 
4. La IMERE presentó, en febrero de 2013, el Plan Integral para el Aprovechamiento de las Energías Renovables 2018, el cual subraya que la promulgación de políticas ambiciosas para aprovechar el enorme potencial de Mé­xico en energías renovables permitiría al país alcanzar en este sexenio - a un costo competitivo - una capacidad instalada de generación eléctrica cercana a los 19,000 megavatios. Esto propiciaría un incremento de un 2% del PIB, la creación de más de 147,000 empleos y mitigaría la emisión de 21 megatoneladas anuales de CO2. México es uno de los países del G-20 con mayor potencial en energías renovables, pero es el que menos invierte en ellas. En 2012, mientras que las inversiones en energías renovables en el mundo fueron de más de 244 mil millones de dólares, nuestro país sólo invirtió unos 2.5 mil millones de dólares.
 
5. Para que la Reforma Energética cumpla su cometido de disminuir de manera sostenida las tarifas eléctricas, alcan­zar la independencia energética y minimizar los impactos ambientales de la generación de energía, México debe:
 
a. Establecer una meta de al menos 19,000 megavatios de capacidad para la generación de elec­tricidad a partir de fuentes renovables antes del 2018.
b. Continuar la disminución gradual y focalizada de los subsidios a los combustibles fósiles, establecer una fecha para la eliminación de estos subsidios e instrumentar la metodología para valorar externalidades (en salud, ecosistemas y CO2) asociadas con la generación de electricidad.
c. Establecer la transparencia y rendición de cuentas como facultades centrales del operador estatal independiente previsto en la reforma, así como una metodología competitiva para la selección de suministradores de electricidad.
d. Darle la facultad a la Comisión Reguladora de Energía de establecer los precios de la electri­cidad, incluyendo las externalidades asociadas a su producción.
e. Modificar las consideraciones que tiene la CFE sobre tasas de descuento, incluyendo riesgos en la volatilidad de precios de las fuentes fósiles.
f. Cuantificar la inversión requerida para la expansión y modernización de la red de transmisión eléctrica y los esquemas de participación público-privados.
g. Instrumentar a la brevedad los mercados propuestos de certificados de energías limpias y especificar y resaltar los certificados renovables (limpios y no finitos).
 
Para la IMERE es estratégico que la Reforma Energética haya incluido al sector eléctrico. Para disminuir de manera sostenida las tarifas eléctricas, alcanzar la independencia energética y minimizar los impactos ambientales de la generación de energía, es indispensable que México mejore la competitividad del sector eléctrico y asegure una canasta energética más diversa y limpia.
 
Miembros de la IMERE:
 
Juan Carlos Belausteguigoitia (Director Ejecutivo, Centro Mario Molina), Adrián Fernández Bremauntz (Director Ejecutivo, Iniciativa Climática de América Latina), Manuel Gómez-Peña, Gerardo Pandal (Fundador y Consejero, The Climate Reality Project México), Leopoldo Rodríguez Olivé (Gerente General, Energía Renovable, Peñoles), Vicente Estrada-Cajigal (Director General, SOLARTRONIC S.A. de C.V.), Rodrigo Gallegos (Director de Tecnología y Cambio Climático, Instituto Mexicano para la Competitividad), Pablo Gottfried (Director General, Fuerza Eólica y Consejero de la Asociación Mexicana de Energía Eólica), Vanessa Pérez-Cirera (Directora, Cambio Climático y Energía, WWF-México), Omar Vidal (Director General, WWF-México).